Me preguntaba mil veces sin respuesta
por qué mi cruz doblaba mis espaldas.
Hablé con Dios mirando las estrellas,
y sollozando dije; -”Es muy pesada”.
…
Dios me hizo ver con toda su paciencia
cuánto y por qué, equivocada estaba;
y poco a poco empecé a darme cuenta,
que mi cruz tornábase liviana.Ví pasar miseria tan inmensa
colgada en los harapos de una anciana.
Ví a un joven muriendo de tristeza
por una enfermedad que lo acosaba.
Una madre con toda su entereza,
a su hijito con dolor sepultaba.
También ví el hambre reflejada
en la familia que sin trabajo estaba.
a su hijito con dolor sepultaba.
También ví el hambre reflejada
en la familia que sin trabajo estaba.
Luego miré mis manos…vivas,sanas,
sobre ellas mi cruz se destacaba.
De pronto dijo Dios: “Di cuánto pesa!,
y yo le dije; “Señor… no pesa nada”
sobre ellas mi cruz se destacaba.
De pronto dijo Dios: “Di cuánto pesa!,
y yo le dije; “Señor… no pesa nada”
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